Javier Sanchez
Nacido en Santa Cruz de Tenerife
un 27 de Junio de 1986 justo a la hora en la que sale el sol, Javier Sánchez
Siverio se vislumbra así mismo como un pseudo sabedor de muchas cosas pero sin
alardear de ello. Prefiere el silencio a los grandes discursos, aunque
contradictoriamente le encantan los debates, siempre intentando aportar un
punto de vista diferente a lo establecido sin caer en lo burdo de un gafapasta,
hoy en día llamados hipster. Le encanta el cine, mamaba cine, y quiere hacer
cine. También los videojuegos y los cómic. Y Depeche Mode. Le alucina la
soledad. Autodidacta por naturaleza, bloggista y muy crítico con el entorno que
le rodea, con lo que ve y con el mundo, le encanta llevar la contraria por
naturaleza. Es su instinto. A no ser que una bella mujer se cruce en su camino.
No aguanta a las sumisas y le van las guerreras. Cañita brava.
Tras no poder entrar en
psicología, y tras fracasar en la facultad de historia de La Laguna, de la que
se hartó, y al ver que en Tenerife no había demasiado futuro, emigró velozmente
hacia la ciudad de Sevilla y se instalaría en 2007 hasta el día de hoy. Allí
empezó y terminó sus estudios en la malograda Escuela de Cinematografía
Andaluza. Durante los dos años que duraba la especialidad que eligió,
Dirección, realizó dos cortometrajes que, según sus palabras: ’’Son prácticas. No hay historia, todo es
precario, todo fue muy rápido y necesitan un remontaje urgente’’. Sin
embargo, en dichos cortometrajes, uno titulado ‘’Memorias en verde’’ y el otro llamado ‘’Ego’’, tienen demasiado qué decir acerca de su personalidad.
‘’Memorias en verde’’ era una mezcla del cine francés de los 60,
rodado en blanco y negro con el verde como único color visible, los triángulos
amorosos de Truffaut con el montaje de un Godard, y el surrealismo de Buñuel
untado con el fondo del libro ‘’Las
afinidades electivas’’ de Goethe. Una mezcla peligrosa como pretenciosa, a
la vez que contenía altas dosis de misoginia implícita. Y así fue. Dicho libro
le fue regalado a Javier por su amante de aquel entonces, una tal Sonia, 12
años mayor que él. De hecho, la relación era de director y guionista
respectivamente, una relación llena de problemas, dependencias y situaciones
insólitas como macabras por parte de ella, la cual le condujo al joven a un estado
de embriaguez y alcoholismo así como una paranoia montada alrededor suyo con
envidias y celos de sus compañeros de escuela. Hecho que él pregonaba y
advertía a sus profesores pero del que nadie le hacía caso, hasta que años
después una compañera de fotografía, el único gremio del que se fiaba, le
confirmó que mitad de la escuela había conspirado contra él para volverlo loco.
Cosas de la vida. El cortometraje en sí, visto a día de hoy, según él: ‘’Es un reflejo del estado mental en el que
me hallaba. Todo es metáfora, desorden, alcohol, caos y miedo a la muerte. Fue
la terapia de choque hacia la madurez’’.
Un año después realizaría ‘’Ego’’, rodado en 35mm. La historia,
originariamente, iba sobre un asesino que se deshacía de las mujeres que lo
amaban y lo usaban como si fuera de usar y tirar. Incapaz de ello por ciertos
cánones de censura moral que imponía la escuela, tuvo que retocar demasiadas
cosas del guión hasta hacerlo insufriblemente pedante y elitista, tal y como
había pasado con ‘’Memorias en verde’’,
aún teniendo ciertas cosas de fondo como una tendencia a la misoginia, heredada
de la amante que ya hemos mencionado, Sonia. De hecho, al igual que Hitchcok,
Truffaut y otros tantos que se autorretratan en sus películas, no pudo evitar
reflejar sus pensamientos, frustraciones y sentimientos hacia algunas personas,
en este caso mujeres de su vida. Tanto es así, que en vez de optar por un
alter-ego para el personaje principal, prefirió ser él mismo el que actuara, lo
que hizo pensar a ciertas personas de su equipo técnico que lo conocían bien
que estaba empezando a perder la cabeza y que acabaría, en la vida real, con
Sonia. Craso error. La relación de ambos acabaría un Agosto de 2010, tras una
llamada telefónica. El cortometraje contó con los mejores encuadres y la mejor
fotografía de esa promoción, la última, porque la escuela cerró por la crisis
en 2009, a
pesar de que la historia no se mantenía y era horrorosa. Se notaba una clara
evolución entre un año y otro, es más, este corto según sus palabras: ‘’Simboliza el final de una etapa, una etapa
de cambios. El cine japonés de Takeshi Kitano fue mi gran inspiración a la hora
de componer y manejar la cámara. El
cuadro deja de ser aberrado para mantenerse en una horizontalidad, recupero el
equilibrio, en cierta medida.’’.
En 2010 y tras un año dando
tumbos, entraría en la facultad de comunicación audiovisual, y sigue aún en
ella a día de hoy. Sin caer en los mismos errores, ahora se haya feliz con la
nueva gente que ha conocido en este lugar. En 2011 rodó otro corto, más
comedido, y a día de hoy sin nombre aún, donde volvería a tratar la temática de
los triángulos amorosos, la amistad, la traición y la culpabilidad. Para este
sin nombre volvió a actuar en uno de los papeles y tuvo que cambiar
radicalmente de aspecto, adelgazar varios kilos, raparse y dejarse la barba
durante meses. La principal inspiración en este caso fue ‘’Los amantes del circulo polar’’ del cineasta Julio Medem. El sin
nombre fue realizado en un fin de semana en unos apartamentos, en pleno
invierno en Zahara de los Atunes, un pueblecito de la costa de Cádiz que venía
perfecto para la frialdad de la historia. No obstante, no logró estar
satisfecho con algunos aspectos, ínfimos según dice, por lo que se ha propuesto
remontar éste y los dos anteriores cortos hacia final de año, mientras escribe
el guión de lo que será su primer largo cuya temática irá sobre la ambición y
la incomunicación.
Mientras tanto, realiza prácticas
para la facultad, incluso ha hecho una riéndose de sí mismo y del personaje de
‘’Ego’’.
Cuelgo el corto que grabo en 2010 que esta pendiente de remontar:
y unas practicas de la facultad de comunicación audiovisual donde estudia ahora:
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